Monólogo presidencial

Es un placer haber llegado como Presidente de la Nación hasta "Arroyo Reseco" en el confín mismo de la patria en un día tan especial como este.

Afirman que los políticos hablamos mucho y decimos poco; por eso quiero ser en este momento muy concreto y anunciarles que hemos logrado, pese a la crisis en que nos encontramos inmersos, el apoyo de un nuevo organismo internacional: El Grupo de Asistencia Referencial para la Crisis Argentina (el GARCA) nos brindará su apoyo en forma inmediata, lo que entre otras cosas posibilitará que desde mañana mismo, aun en este humilde pueblito de frontera, se noten los cambios.

Si, aunque parezca imposible, mañana mismo como ya he referido, se empezarán a notar las mejoras porque ya no tendrán que trasladarse los ocho kilómetros diarios a buscar esas cajas de alimentos, que si bien permitían que los más pobres comieran todos los días, coincidirán conmigo en que eran muy altas en carbohidratos y poco balanceadas. En virtud que mi gobierno se ha fijado como objetivo lo mejor para su pueblo, por lejos que esté del gobierno central, es que hemos adoptado esta medida de no suministrar más esas cajas con alimentos para que no tengan que caminar semejante distancia.

El GARCA, si bien nos cobra una tasa de interés superior a la del Banco Mundial y a la del Fondo Interamericano de Desarrollo, ha prometido fomentar la industria y la producción en forma continua de manera tal que nuestra querida Nación pueda a través de las siguientes décadas continuar recibiendo el apoyo del GARCA para lograr de una vez y para siempre el ansiado despegue, logrando la reconstrucción de nuestra patria entre todos, sin exclusiones de ningún tipo, hasta ubicar a nuestro país en el lugar que nunca debió perder y que no tengo dudas, la historia nos tiene reservado.

2 comentarios:

Silvia Macario dijo...

El GARCA le acepta dos gallinas como adelanto al impuesto del año que viene. El importe de los huevos que tuviesen será aceptado como parte del pago de la moratoria del año anterior y le da cómodos plazos para hipotecar su rancho y saldar la deuda. Por ahora, pueden ustedes quedarse con la cáscara y el guano, lo cual no lo exime de otros impuestos que puedan surgir.
Entre todos pondremos al país a pie.

Anónimo dijo...

sigo tu obra tanto literaria como fotografica y te felicito.